
La tierra abierta, rota, desgajada
por poderosas máquinas que elevan hacia el cielo
ambiciones de sueños desmedidos
en montañas de cemento.
La materia se transporta de su lugar,
a un lugar nuevo.
Se corta la roca, se tritura, se transforma.
Se mezcla con el agua, se amasa, se une en bloques
y se levantan los nidos de los hombres
cada vez mas altos.
Mas alto, mas arriba, recto al cielo
que hace tiempo retamos a los dioses
y ahora,
casi dioses nos creemos.